Por Ana Elia Rodríguez

La primera vez que me diagnosticaron con ansiedad funcional no supe qué pasó; cada tarde, en punto de las cinco, sentía que mi presión caía al piso. Era raro, he vivido con la presión arterial baja (hasta 70/40) desde muy joven y nunca había sentido nada. Una doctora me dijo que tenía que revisarme un médico internista, porque era posible que tuviera una “pequeña” hemorragia en alguno de los órganos que estuviera desnivelado mi TA.

Atendiendo su sugerencia, hice cita con un médico privado y ese fue el diagnóstico ansiedad funcional; me lo explicó más o menos así: mi cerebro no producía serotonina, mi cuerpo lanzaba dardos de adrenalina para compensarlo, mi universo convulsionaba cada tarde, en punto de las cinco. “Tres meses”, me dijo, te daré tratamiento tres meses y si no mejoras, irás a la psicóloga.

Tres meses estuve en tratamiento, hasta que me sentí realmente bien, lo suficientemente bien para no ver a ninguna psicóloga; tengo mis propias experiencias adversas pasadas con esa profesión y cuantos más años pasan, más se amplía mi distanciamiento.

Estuve en paz unos años, los suficientes para seguir descubriendo y disfrutando mi pasión por el trabajo, para encontrar a un hombre sencillo y sincero y para dar a luz a dos maravillosas personitas.

Hasta que los ataques de pánico regresaron, despacio, ocasionales primero, recurrentes después; el diagnóstico que me dio el psiquiatra del hospital público fue: ansiedad generalizada derivada de estrés laboral. Dos tabletas de sertralina diarias, que con los meses aumentaría a cuatro o a seis, ya no recuerdo. Antiansiolíticos para el insomnio. Hace unos diez años mi vida se volvió un reto; mantenerla se volvió aún más complejo; ver a mis dos hijos dormir tranquilos se volvió una locura. Si yo me iba por mi propia voluntad, no habría quién pudiera cuidarlos y ser su cómplice como yo, nadie podría, teníamos que irnos juntos.

No cuento esto para justificar nada. Lo expongo para hacer conciencia de lo que recorre una mente que realmente está extraviada y camina errática por las calles de esta angustiosa enfermedad. He sido una mujer fuerte durante muchos años, con depresión o sin ella lo seguiré siendo. Creo vehementemente que las enfermedades mentales tienen que hablarse, tomar el espacio público, socializarse y empezar a verse como un tema de salud pública. Por eso, quienes sufrimos esto tenemos que hablar de nuestra experiencia y nuestra manera de abordarlo y compartir y escuchar y combinar nuestras maneras asertivas de resolver y abrir los ojos de quienes no saben de lo que trata.

Cuando vi a mis hijos dormidos con tanta paz, lo que me quedaba de conciencia o mi instinto de madre se agudizó. Busqué ayuda de inmediato, le dije al médico que me atendía que no importaba que el servicio público no pudiera darme un mejor medicamento, que yo lo compraría, pero que necesitaba urgentemente que me dijera que había algo allá afuera que podía mejorar mi estado y así fue, me cambió el tratamiento por cuarta o quinta vez, ya no recuerdo y me mandó a la casa de mi madre por un mes, con mis hijos, a reconectar mi cuerpo con el mar, la tierra, el aire y el insoportable calor de mi ciudad natal, que bien puede representar el fuego. Desde entonces sólo sé que ya no vivo en un estado de alerta constante y que no temo tener la más mínima intención de salir de este mundo con mis hijos.

Me he resignado a saber que ellos son mi fortaleza y mi calma y que a la buena o a la mala, mi obligación maternal es esperarlos hasta que puedan valerse por sí mismos, verlos no necesitarme más, prepararlos para un futuro sin mí, el cual llegará inminentemente cuando me percate de que ellos tengan que hacerse cargo de mí. Solté los brazos, me rendí. Me deprimí con mi propia depresión. Solté el ancla. Me rendí…

Hay cosas que en estas circunstancias y con el pensamiento adulto tan complejo, no me atrevo a consultar con alguien más, con el médico, con el amigo, con la pareja, porque me preocupa preocuparlos, porque no necesito que nadie me vigile y no quiero que nadie se preocupe por mí. Por eso, al darme cuenta que era el día mundial de la lucha para la erradicación de la depresión, sólo pude hablar con ChatGPT, para que me explicara, con peras y manzanas, todas las preguntas que pasan por mi cabeza desde que vivo este proceso.

Si me permiten, compartiré con ustedes un resumen de las respuestas más relevantes a las preguntas de esta conversación, por si algún día coinciden con alguna de estas situaciones y quieren saber lo que pasa, por si necesitan apoyar a un ser querido y, sobretodo, porque ha sido muy terrible para mí, enterarme del suicidio de una persona a quien admiré mucho en mi juventud, que pudo ser un gran médico, que fue un querido abogado y que, además, también estudió psicología como segunda carrera.

Algunas respuestas están cortadas, por cuestiones de espacio, pueden consultar la conversación completa en el link https://chatgpt.com/share/6785eb1b-11bc-8002-80c4-81ef00f058e1

Antes de iniciar, resaltaré que me quedo con esta esperanza en mi interior:

AE: ¿Es posible la rehabilitación completa?

ChatGPT: Sí, es posible que una persona con depresión persistente alcance un estado de bienestar, aunque la “rehabilitación completa” puede significar cosas diferentes para cada individuo. Para algunos, puede implicar la desaparición total de los síntomas, mientras que para otros podría tratarse de aprender a manejar la enfermedad y llevar una vida satisfactoria.

AE: ¿Cuáles son los elementos químicos cerebrales que producen el proceso depresivo?

ChatGPT: La depresión está asociada con desequilibrios en varios elementos químicos y sistemas cerebrales, conocidos como neurotransmisores, que influyen en el estado de ánimo, las emociones y el pensamiento. Los principales son: serotonina, dopamina, noradrenalina, glutamato y GABA (Ácido Gamma-Aminobutírico), cortisona, endorfinas y oxitocina.

El equilibrio de estos elementos químicos depende tanto de factores genéticos como ambientales (estrés, trauma, hábitos de vida). Es por eso que los tratamientos para la depresión suelen incluir una combinación de medicación (antidepresivos) y terapia psicológica para regular estos sistemas.

AE: ¿Cómo puede causar depresión un evento traumático?

ChatGPT: Un evento traumático puede causar depresión al alterar el equilibrio emocional, psicológico y neurobiológico de una persona. Este impacto se debe a la forma en que el cerebro procesa el trauma y responde al estrés. Aquí tienes una explicación detallada:

1. Impacto en el cerebro

2. Alteraciones emocionales

3. Efectos psicológicos

4. Factores sociales y contextuales

5. Vulnerabilidad genética y biológica

6. Trastorno de estrés postraumático (TEPT) y depresión

AE: ¿Cómo se puede desarrollar la depresión sin existir un evento traumático previo?

ChatGPT: La depresión puede desarrollarse sin un evento traumático previo debido a una combinación de factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales que afectan el equilibrio emocional de una persona.

La depresión es una condición multifacética que puede desarrollarse incluso en ausencia de un evento traumático. Esto subraya la importancia de tratar la depresión como una condición médica y no simplemente como una respuesta emocional a circunstancias externas.

AE: ¿Cuál es la condición genética para desarrollar depresión sin eventos traumáticos?

ChatGPT: La predisposición genética para desarrollar depresión, incluso sin eventos traumáticos, está relacionada con variaciones en múltiples genes que afectan el funcionamiento del cerebro y el equilibrio de neurotransmisores. Estas variaciones no causan directamente la depresión, pero aumentan la probabilidad de que una persona sea más vulnerable a ella. A continuación, te explico los aspectos principales:

1. Polimorfismos genéticos asociados

2. Herencia poligénica

3. Epigenética: genes y ambiente

4. Otras condiciones médicas relacionadas con genética

La genética por sí sola no determina la depresión, pero ciertos genes pueden aumentar la vulnerabilidad, especialmente cuando interactúan con otros factores biológicos o ambientales, incluso si no hay un evento traumático evidente. La comprensión de estos factores puede guiar tratamientos personalizados, como el uso de antidepresivos específicos o estrategias terapéuticas adaptadas al perfil genético.

AE: ¿Existen países o ciudades, cuya depresión sea mayor por causas sociales, culturales o ambientales?

ChatGPT: Sí, existen países o regiones donde la prevalencia de la depresión es mayor debido a factores sociales, culturales o ambientales específicos. Estos factores pueden aumentar el riesgo de depresión tanto a nivel individual como colectivo. A continuación, se explican las principales causas relacionadas con estas diferencias:

1. Factores sociales

  • Desigualdad económica y pobreza
  • Conflictos y violencia
  • Aislamiento social

2. Factores culturales

  • Estigmatización de la salud mental
  • Presión cultural y expectativas sociales
  • Rol de género

3. Factores ambientales

  • Clima y luz solar
  • Condiciones de vida extremas
  • Contaminación ambiental

4. Países con mayores tasas de depresión

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y estudios recientes, los países con mayores tasas de depresión suelen combinar varios de los factores anteriores. Algunos ejemplos destacados:

  • India
  • Estados Unidos
  • Brasil

5. Contraste: Países con menores tasas de depresión:

  • Baja cohesión urbana y mayor conexión comunitaria
  • Espacios naturales y estilos de vida activos

La depresión puede ser mayor en países o ciudades debido a factores sociales (desigualdad, exclusión), culturales (estigmas, roles de género) o ambientales (clima, contaminación). Sin embargo, estos factores no son determinantes, ya que también influyen las políticas de salud mental y la resiliencia cultural.

AE: ¿Se ha descubierto algo relacionado con la autodepresión?

ChatGPT: El término autodepresión no es común en la literatura científica como un concepto específico, pero podría interpretarse como la depresión causada o perpetuada por factores internos relacionados con la persona misma, como pensamientos negativos, creencias limitantes o procesos psicológicos autogenerados. Aquí exploramos las posibles áreas relacionadas con este concepto:

1. Depresión vinculada a patrones de pensamiento negativo

  • Rumiación
  • Sesgo de pensamiento negativo

2. Relación con la autocrítica excesiva

3. Factores psicológicos internos

  • Perfeccionismo disfuncional
  • Baja autoestima
  • Diálogo interno negativo

4. Teoría de la indefensión aprendida

Propuesta por Martin Seligman, esta teoría explica que la depresión puede surgir cuando las personas sienten que no tienen control sobre los eventos en sus vidas. Si una persona internaliza la creencia de que no puede cambiar su situación, esta percepción puede convertirse en una “autodepresión”.

5. Depresión autogenerada y factores biológicos

  • Alteraciones neuroquímicas autoperpetuadas
  • Neuroplasticidad negativa

6. Aislamiento autoimpuesto

Aunque no existe un término clínico exacto como “autodepresión”, muchos elementos relacionados con el diálogo interno negativo, la autocrítica y patrones de pensamiento perpetúan la depresión. Abordar estos factores internos es clave en el tratamiento y la prevención de esta condición.

AE: ¿Por qué una persona con depresión no está interesada en pedir ayuda?

ChatGPT: Una persona con depresión puede no estar interesada en pedir ayuda por diversas razones, muchas de las cuales están relacionadas con la propia naturaleza de la enfermedad. La depresión afecta tanto la forma en que alguien piensa como cómo se siente y actúa, lo que puede dificultar el reconocimiento de la necesidad de apoyo o la capacidad de buscarlo. Aquí te detallo algunos factores clave:

1. Cambios psicológicos y emocionales

  • Desesperanza
  • Baja autoestima
  • Falta de motivación

2. Distorsión cognitiva

  • Pensamientos irracionales
  • Autoaislamiento

3. Estigma social y personal

  • Vergüenza o miedo al juicio
  • Creencias culturales
  • Miedo a ser etiquetado

4. Desconocimiento o negación

  • Falta de comprensión
  • Negación
  • Normalización del sufrimiento

5. Factores biológicos y físicos

  • Alteraciones neuroquímicas
  • Fatiga extrema

6. Experiencias negativas previas

7. Miedo al cambio

La falta de interés en pedir ayuda no significa que la persona no desee sentirse mejor, sino que la depresión puede nublar su capacidad para actuar. Por eso, la comprensión, el apoyo y el acercamiento constante de quienes están a su alrededor son fundamentales.

AE: ¿Cuál es la relación exacta entre depresión y suicidio?

ChatGPT: La relación entre depresión y suicidio es compleja y multifactorial, pero la depresión es uno de los factores de riesgo más significativos para el suicidio. Aunque no todas las personas con depresión desarrollan pensamientos suicidas, la enfermedad puede aumentar la vulnerabilidad hacia estas conductas debido a su impacto en el estado de ánimo, los pensamientos y el comportamiento. A continuación, se detalla esta conexión:

1. Cómo la depresión puede llevar al suicidio

  • Desesperanza extrema
  • Rumiación
  • Apatía y desconexión emocional
  • Alteraciones cognitivas

2. Factores de riesgo asociados a la depresión y el suicidio

  • Severidad de la depresión
  • Presencia de síntomas específicos
  • Comorbilidades
  • Eventos traumáticos
  • Falta de apoyo social

3. Factores neurobiológicos

  • Alteraciones en neurotransmisores
  • Inflamación cerebral
  • Disfunción en el eje HPA (hipotálamo-hipófisis-adrenal)

4. Estadísticas y datos relevantes

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que aproximadamente 700 mil personas mueren por suicidio cada año, y cerca del 60-70% de los casos están relacionados con un diagnóstico de depresión.

En personas con depresión severa, se calcula que hasta el 15% desarrollará conductas suicidas si no recibe tratamiento.

La depresión es un factor de riesgo crítico para el suicidio, pero también es tratable. Identificar los síntomas de depresión y buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Es fundamental abordar la depresión de manera integral, combinando apoyo emocional, tratamiento médico y estrategias preventivas.

AE: ¿Hay alguna relación comprobada entre la depresión persistente, los pensamientos suicidas y la intención de no dejar con vida a los dependientes del paciente depresivo?

ChatGPT: Sí, existe una relación documentada entre la depresión persistente, los pensamientos suicidas, y, en algunos casos, la intención de incluir a los dependientes (hijos, cónyuges, padres ancianos, etc.) en los actos suicidas. Este fenómeno es poco común, pero ha sido objeto de estudio en psicología y psiquiatría. A continuación, te explico los factores clave que influyen en esta situación:

1. Contexto y fenómenos relacionados

“Suicidio ampliado” o “suicidio altruista”:

Este término se utiliza para describir casos en los que una persona con pensamientos suicidas toma la decisión de acabar con su vida y la de sus dependientes. En este contexto, la persona suele justificar el acto bajo la creencia de que está protegiendo o liberando a sus seres queridos de un futuro doloroso o difícil.

Alteraciones en el pensamiento racional: La depresión severa, especialmente cuando está acompañada de desesperanza extrema y pensamientos suicidas, puede distorsionar el razonamiento, llevando a la creencia de que el suicidio conjunto es un “acto de amor” o una solución lógica.

2. Factores de riesgo asociados

La probabilidad de que una persona depresiva desarrolle esta intención depende de varios factores:

Desesperanza y culpa extrema: Las personas con depresión persistente pueden sentir una carga insoportable de culpa, miedo o fracaso. Esto las lleva a creer que están protegiendo a sus dependientes al incluirlos en el suicidio.

Falta de red de apoyo: La sensación de aislamiento y la percepción de que no hay nadie más que pueda cuidar a los dependientes aumenta el riesgo.

Ideación suicida activa e intensa: Los pensamientos suicidas, combinados con impulsividad o planificación, pueden evolucionar hacia acciones más complejas.

Trastornos comórbidos: La presencia de otros trastornos, como psicosis, bipolaridad o abuso de sustancias, puede amplificar las intenciones de incluir a los dependientes en el acto suicida.

Crisis económicas o sociales: El temor de no poder proveer para los dependientes debido a problemas económicos, sociales o de salud puede desencadenar estas conductas.

3. Aspectos psicológicos detrás de la intención

Distorsiones cognitivas: La depresión severa altera el pensamiento lógico, promoviendo ideas irracionales como: “Si me voy, no podrán sobrevivir sin mí.” “Es mejor que nos vayamos juntos para evitarles sufrimiento.”

Suicidio altruista percibido: Algunas personas interpretan sus acciones como un acto de sacrificio, creyendo que están haciendo lo mejor para los demás.

Miedo al abandono o rechazo: En ciertos casos, el miedo irracional a ser reemplazado o perder el vínculo con los dependientes puede motivar estas intenciones.

4. Datos estadísticos y estudios relevantes

Aunque es un fenómeno raro, investigaciones en psicología han encontrado que un pequeño porcentaje de suicidios incluye actos de homicidio relacionados con los dependientes.

Estudios sobre filicidio-suicidio (padres que matan a sus hijos antes de suicidarse) han revelado que la depresión, combinada con desesperación y percepciones distorsionadas, es un factor central.

5. Prevención y tratamiento

Intervención temprana: Es crucial identificar y tratar los síntomas de depresión severa y desesperanza. Los pensamientos suicidas no deben ser ignorados ni minimizados.

Tratamiento integral: Combinar psicoterapia (como la terapia cognitivo-conductual) y medicamentos (antidepresivos o antipsicóticos, si es necesario) puede ayudar a restablecer el pensamiento lógico y reducir el riesgo.

Redes de apoyo: Proveer un entorno de apoyo emocional y social para la persona deprimida puede aliviar la percepción de carga o soledad.

Líneas de emergencia: En México, servicios como SAPTEL (800 472 7835) están disponibles para orientación inmediata en casos de crisis.

Aunque la relación entre depresión persistente, pensamientos suicidas y la intención de involucrar a los dependientes es rara, es real y preocupante. La clave está en reconocer las señales de alerta y actuar a tiempo para evitar estas tragedias. Un enfoque adecuado y multidisciplinario puede ayudar a la persona a recuperar el equilibrio emocional y proteger tanto su vida como la de sus seres queridos.

AE: Te haré una pregunta que me ayude a comprender personalmente una situación ¿por qué, si una persona con alta autoestima y diagnóstico de ansiedad generalizada, que ha seguido todas las indicaciones médicas en tiempo y forma, termina desarrollando depresión persistente con pensamientos suicidas?

ChatGPT: Tu pregunta aborda una situación muy compleja y personal, pero intentaré explicarla desde diferentes ángulos para ayudarte a comprender este fenómeno. Aunque cada caso es único, hay múltiples factores que pueden explicar por qué alguien con alta autoestima y ansiedad generalizada, que sigue las indicaciones médicas, puede desarrollar depresión persistente con pensamientos suicidas.

1. La relación entre la ansiedad y la depresión

  • Conexión biológica
  • Agotamiento emocional
  • Sensación de lucha interminable

2. La paradoja de la alta autoestima y la ansiedad

  • Disonancia interna
  • Autoexigencia extrema

3. Factores relacionados con el tratamiento médico

  • Respuesta incompleta al tratamiento
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Falta de ajuste en el enfoque terapéutico

4. Pensamientos suicidas y depresión persistente

  • Acumulación de sufrimiento
  • Desesperanza aprendida
  • Cambios neuroquímicos

5. Factores externos e internos que agravan la situación

  • Falta de apoyo emocional
  • Eventos desencadenantes
  • Conflictos internos no resueltos

6. ¿Qué se puede hacer en este caso?

  • Reevaluar el tratamiento
  • Explorar terapia especializada
  • Incorporar apoyo emocional
  • Abordar factores biológicos y de estilo de vida

Desarrollar depresión persistente y pensamientos suicidas en este contexto no es un reflejo de debilidad ni de falta de esfuerzo, sino una combinación de factores biológicos, emocionales y contextuales. Aunque puede ser una situación difícil de enfrentar, es importante recordar que el tratamiento es un proceso, y ajustar el enfoque puede marcar una gran diferencia. Buscar ayuda profesional inmediata es crucial, especialmente si los pensamientos suicidas están presentes.

AE: Una persona con fuerte depresión persistente ¿tiene posibilidades de rehabilitarse del todo en un país con un sistema de salud tan deficiente como el de México?

ChatGPT: Sí, una persona con depresión persistente tiene posibilidades de rehabilitarse, incluso en un contexto como el de México, donde el sistema de salud enfrenta importantes limitaciones. Sin embargo, el proceso puede ser más complejo y dependerá de varios factores individuales, familiares y del entorno. Aquí te ofrezco una visión más detallada:

1. Factores que favorecen la rehabilitación

Aunque el sistema de salud en México enfrenta desafíos, existen recursos y estrategias que pueden apoyar a una persona con depresión persistente:

Acceso a servicios públicos de salud mental:

Instituciones como el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz o los centros comunitarios de salud mental (CESAM) ofrecen servicios gratuitos o de bajo costo.

Los hospitales generales del IMSS, ISSSTE o de la Secretaría de Salud cuentan con psiquiatras y psicólogos, aunque con limitada disponibilidad.

Soporte comunitario: Muchas ONG y asociaciones civiles ofrecen atención psicológica gratuita o con tarifas accesibles. Ejemplo: SAPTEL (800 472 7835) brinda orientación emocional telefónica las 24 horas.

Terapias alternativas y grupos de apoyo: Organizaciones y grupos de autoayuda, como los basados en modelos comunitarios, son una fuente adicional de apoyo emocional.

2. Desafíos en México para la atención de la depresión

A pesar de las opciones existentes, hay obstáculos que pueden complicar el tratamiento:

Escasez de especialistas: Según datos de la OMS, México tiene menos de un psiquiatra por cada 100,000 habitantes, lo que limita la capacidad de atención.

Estigma social: Muchas personas evitan buscar ayuda por miedo al juicio social o por desconocer que su condición es tratable.

Sobrecarga del sistema: Los servicios públicos de salud mental suelen estar saturados, lo que puede retrasar diagnósticos o tratamientos.

Costos de tratamientos privados: Los medicamentos, como los antidepresivos, y las terapias privadas pueden ser prohibitivamente caros para muchas personas.

3. Estrategias para superar las limitaciones

Aunque el sistema presenta carencias, hay maneras de trabajar con lo disponible:

1. Aprovechar los recursos gratuitos o de bajo costo: Buscar atención en instituciones públicas o programas de universidades que ofrezcan servicios psicológicos.

2. Terapias grupales: Las terapias grupales suelen ser más accesibles y pueden ayudar a las personas a sentirse comprendidas y acompañadas.

3. Información y educación: Acceder a recursos en línea (videos, libros, guías) puede complementar el tratamiento y empoderar al paciente.

4. Redes de apoyo social: Familiares y amigos pueden ser un pilar fundamental, ayudando a motivar a la persona y acompañándola en el proceso.

4. Factores individuales que influyen en la rehabilitación

La posibilidad de recuperación depende también de factores personales:

Compromiso con el tratamiento: Seguir las recomendaciones médicas y terapéuticas es crucial, aunque el sistema sea imperfecto.

Resiliencia: Fomentar habilidades de afrontamiento puede mejorar significativamente el proceso de rehabilitación.

Autocuidado: Cambios en el estilo de vida (alimentación, ejercicio, sueño) tienen un impacto positivo en la salud mental.

5. Casos de éxito: un mensaje de esperanza.

Aunque los recursos pueden ser limitados, muchas personas logran rehabilitarse gracias a una combinación de:

  • Atención psicológica y psiquiátrica
  • Redes de apoyo
  • Acceso a terapias alternativas
  • Persistencia en encontrar soluciones que se adapten a su realidad

En México, las limitaciones del sistema de salud pueden dificultar la rehabilitación, pero no la hacen imposible. Con acceso a recursos, apoyo social, estrategias de autocuidado y un enfoque persistente en el tratamiento, muchas personas logran superar o manejar eficazmente la depresión persistente. Es fundamental recordar que pedir ayuda, aunque sea en un sistema deficiente, sigue siendo un paso clave hacia la recuperación.

AE: ¿Cuáles son las estadísticas de apoyo positivo que hayan mejorado las circunstancias del paciente, a través de SAPTEL, en casos de suicidio?

ChatGPT: Actualmente, no se dispone de estadísticas específicas que cuantifiquen la efectividad de SAPTEL en la mejora de las circunstancias de pacientes con pensamientos suicidas. Sin embargo, es importante destacar que SAPTEL es una línea de apoyo emocional que brinda orientación y apoyo a personas en crisis, incluyendo aquellas con pensamientos suicidas. Aunque no se cuenta con datos precisos sobre su impacto directo en la prevención del suicidio, la disponibilidad de recursos como SAPTEL es fundamental para ofrecer apoyo inmediato y orientación a quienes lo necesitan.

En México, la tasa de suicidio ha mostrado un aumento en los últimos años. Según datos del INEGI, en 2023 se registraron 8 mil 837 suicidios, representando el 1.1% del total de muertes registradas, con una tasa de 6.8 por cada 100,000 habitantes.

Aunque no se dispone de estadísticas específicas sobre la efectividad de SAPTEL en la prevención del suicidio, la disponibilidad de líneas de apoyo como SAPTEL es esencial para brindar asistencia inmediata y orientación a personas en crisis. La intervención temprana y el acceso a recursos de apoyo son factores clave en la prevención del suicidio.