Nos quedó chico Saltillo

No sé cómo lo vean ustedes, yo veo que hay muchas personas que no tienen la cabeza conectada con los pies en la toma decisiones.

Vámonos por pasos, por un lado, se nos ha hecho tan común que frecuentemente se anuncie la llegada de una empresa nueva en Saltillo, en Derramadero o en Ramos Arizpe, estas empresas requieren la mano de obra que Saltillo ya no tiene, llegan foráneos y extranjeros a vivir a la ciudad, algunos a establecerse con sus familias.

Según la Secretaría de Economía, el crecimiento poblacional en Saltillo fue del 21.4% en un rango de 10 años y según la Administración Fiscal del Estado en Saltillo hay un millón ciento noventa mil coches (150 mil más que en 2022).

Por otro lado, no se ve que ni el estado ni el municipio provean una buena movilidad y transporte digno. Seguimos con el mismo sistema de transporte público deficiente, contaminante, administrado por mafias con las que ninguna autoridad ha querido lidiar.

Hace algunos días me tope con una nota que decía que en Coahuila plantean aplicar el “Hoy no circula” con el objetivo de agilizar el tránsito, descongestionar las calles, mejorar la calidad del aire y proteger la salud de la población, además la creación de un Sistema de Movilidad Integrada, urbana, interurbana y rural, para incentivar el uso del transporte público y la movilidad sustentable.

¿Ustedes ven viable estas iniciativas en Saltillo?

Para empezar, Saltillo no tiene ni banquetas suficientes ¿cómo pretenden que utilicemos medios NO MOTORIZADOS para movernos?

Dos, quieren mejorar la calidad del aire, pero no controlan la contaminación que generan las empresas (un ejemplo TUPY en Saltillo). Tres, ¿De qué sirve crear un sistema de movilidad que le sería imposible cumplir con el logro de sus objetivos?

En lugar de analizar y establecer medidas en escuelas y centros laborales: intercalar horarios de entrada y salida, el uso de medio tiempo y home office.

Saltillo ya nos quedó chico, si este tema no se empieza a solucionar con pies y cabeza prepárense para el colapso.

Una opinión de Nación Norteña.