En pleno siglo XXI, México enfrenta una crisis silenciosa pero devastadora: 341,000 niños no recibieron ni una sola vacuna en 2024, según el último informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF. Esta cifra coloca al país como el líder latinoamericano en menores sin inmunización, y lo ubica en el puesto 11 a nivel mundial entre las naciones con menor cobertura.

“Cero dosis”: el nuevo rostro de la vulnerabilidad

Los llamados “niños cero dosis” —aquellos que no han recibido ni siquiera la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP)— son considerados por los organismos internacionales como un indicador crítico de acceso a servicios de salud. En México, este grupo creció en 119,000 menores respecto a 2023, lo que revela un retroceso alarmante en la cobertura nacional.

Coberturas en caída libre

Ninguna de las 14 vacunas del esquema infantil alcanzó el 90% de cobertura recomendada por la OMS. Algunos ejemplos:

  • BCG (tuberculosis): 89%
  • DTP1 (primera dosis): 83%
  • DTP3 (tercera dosis): 78%
  • Sarampión: 80% en la primera dosis, pero solo 69% en la segunda.

Este debilitamiento ha permitido el resurgimiento de enfermedades prevenibles. En lo que va de 2025, se han registrado:

  • 1,195 casos de tosferina y 59 muertes, casi todas en menores de un año sin antecedentes de vacunación
  • 3,124 contagios de sarampión y 9 fallecimientos.

¿Cómo llegamos aquí?

Expertos como Adolfo Martínez (UNAM) y el epidemiólogo Óscar Sosa califican la situación como una “bomba de tiempo” y “inaceptable. Señalan que el problema no es el desabasto —como ocurrió en años anteriores— sino la falta de inversión, planeación y prioridad política. Desde 2019, México ha visto una caída sostenida en sus niveles de inmunización, y la pandemia solo agravó el panorama.

¿Y Coahuila?

Aunque el informe no desglosa cifras por estado, el brote de sarampión en Chihuahua y el norte del país sugiere que la región noreste no está exenta. La cercanía con Estados Unidos, el flujo migratorio y la baja cobertura aumentan el riesgo de contagios importados.

¿Qué sigue?

Los especialistas advierten que los efectos de la baja vacunación son acumulativos. Si no se revierte la tendencia, México podría enfrentar una nueva ola de mortalidad infantil por causas prevenibles. La solución, dicen, pasa por más inversión, campañas públicas efectivas y recuperar el liderazgo regional en inmunización.