Un ataque con explosivos frente a una base aérea en Cali y un atentado con un dron a un helicóptero policial dejó 14 muertos en Colombia.

El ataque cerca de una base aérea en Cali dejó este jueves seis muertos y 50 heridos, en medio de la peor ola de violencia en la última década en Colombia, según un balance de la alcaldía.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran vehículos en llamas, viviendas destruidas, personas heridas en el piso y gente que huye despavorida en medio del ruido de alarmas y gritos.

Horas antes, un helicóptero Black Hawk UH-60 de la Policía Nacional que participaba en una operación de erradicación de cultivos de hoja de coca fue derribado en el municipio de Amalfi, en el departamento de Antioquia, dejando ocho efectivos muertos y ocho más heridos.

El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, responsabilizó de los ataques a facciones disidentes de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rechazaron un acuerdo de paz del 2016 para poner fin a un prolongado conflicto interno que ha dejado más de 450 mil muertos.

Las autoridades aún no atribuyeron los ataques a ninguna organización en la región, donde operan disidentes de la guerrilla de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz de 2016.

El Presidente izquierdista Gustavo Petro intentó negociar la paz con todas las organizaciones ilegales pero la mayoría de estos procesos están en punto muerto.

El acuerdo de paz que desarmó al grueso de las FARC desde 2016 trajo un periodo de tranquilidad al país, pero luego los grupos se fortalecieron y arremetieron de nuevo en las zonas que dejaron los rebeldes y no fueron ocupadas por el Estado, según expertos.