Lo que inició como una tarde de senderismo en familia terminó en tragedia este fin de semana, cuando un deslave en el Cañón de los Pericos, ubicado en la sierra de Zapalinamé, sepultó a un grupo de cinco personas. El incidente cobró la vida de Sandra Torres Moctezuma, de 42 años, y su hijo Rudy, de tan solo 8 años.
El grupo estaba conformado por la familia Torres Compeán y dos amigos, quienes emprendieron el recorrido pese a la hora avanzada de la tarde. Minutos después de iniciar la caminata, una masa de rocas y tierra se desprendió repentinamente, atrapándolos. La Dirección de Protección Civil Municipal atribuyó el deslave al reblandecimiento del terreno por las lluvias recientes.
Sandra murió en el lugar al recibir el impacto directo de las rocas. Su hijo Rudy fue rescatado con vida y trasladado de emergencia a la Clínica 1 del IMSS, con una pierna severamente lesionada. Sin embargo, durante el trayecto en ambulancia, el niño sufrió un paro cardíaco y fue declarado sin vida al llegar al hospital.
Rodolfo Compeán Ortiz, esposo de Sandra y padre de Rudy, es un senderista experimentado y atleta de resistencia. Fue él quien lideró el recorrido, confiando en su conocimiento del terreno, al haber realizado múltiples rutas en Zapalinamé. Él y los dos acompañantes sobrevivieron al siniestro con lesiones menores.
Sandra y Rodolfo se habían mudado recientemente a Saltillo junto con sus tres hijos, motivados por una oportunidad laboral para él. Las otras dos hijas del matrimonio no participaron en la caminata.
Hoy, la comunidad senderista y decenas de ciudadanos lamentan profundamente la tragedia que ha marcado para siempre la historia de una familia que buscaba simplemente compartir una tarde en la naturaleza. Autoridades municipales hicieron un llamado a extremar precauciones y evitar actividades en zonas de riesgo tras lluvias, especialmente en horas de poca luz.