La comunidad universitaria y deportiva de Coahuila está de luto tras el fallecimiento de Francisco Tobías Mahbub, reconocido coach, impulsor del fútbol americano y defensor de la autonomía universitaria de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
Desde principios de los años sesenta, Tobías Mahbub inició su camino en el deporte de las tacleadas como jugador de los Daneses del Ateneo Fuente, portando con orgullo el número 75. Bajo la dirección del coach Juan Lobato Sánchez, se destacó no solo por su habilidad como guard y tackle, sino por su capacidad estratégica dentro del campo.
Ya como estudiante de la Facultad de Ciencias Químicas, fundó en 1970 el equipo de fútbol americano de la facultad, los Zorrillos, consolidándolo como una escuadra competitiva. Bajo su liderazgo, el equipo conquistó varios campeonatos, incluyendo el histórico triunfo en 1973 contra el ITESM campus Monterrey, un logro que marcó un antes y un después en el deporte universitario de la región.
Su compromiso con la formación de nuevos talentos lo llevó, en 1972, a participar en la fundación de la Asociación de Futbol Americano Infantil, entrenando a los Boxer, un equipo infantil de gran renombre.
Más allá del deporte, Tobías Mahbub fue un firme defensor de la autonomía universitaria de la UAdeC. En un gesto que reafirma su compromiso con la institución, resguardó junto con el Padre Nieto los Estatutos Universitarios en el Sagrario de la Catedral de Saltillo, protegiéndolos en un momento crucial para la universidad.
Su legado se extiende también al ámbito educativo y empresarial. Fue coordinador del deporte universitario, profesor fundador de la Prepa Popular (hoy Instituto de Ciencias y Humanidades) y propietario del Laboratorio Victoria, un referente en análisis clínicos en Saltillo, el cual operó junto con su esposa Gloria Gilia por más de cuatro décadas.
En reconocimiento a su trayectoria, la UAdeC nombró el campo de fútbol americano en Ciudad Universitaria de Arteaga como “Coach Francisco Tobías Mahbub”, un homenaje que asegura que su nombre y su impacto sigan vivos en la comunidad deportiva.
Hoy, su memoria vive en cada jugador que pisa ese campo con pasión y orgullo.
