La Catedral de Santiago Apóstol, emblema arquitectónico y espiritual de Saltillo, resplandece desde este lunes con una nueva iluminación artística y sostenible, gracias al proyecto conjunto entre el Gobierno del Estado y la empresa Iberdrola México, dentro del programa México Brilla.
El gobernador Manolo Jiménez Salinas encabezó la ceremonia de encendido en la Plaza de Armas, acompañado por autoridades municipales, representantes de la Diócesis de Saltillo, el INAH e integrantes del sector privado. Destacó que este tipo de proyectos son muestra de lo que se puede lograr cuando sociedad, iniciativa privada y gobierno trabajan en equipo.
“Yo siempre he dicho que trabajando en equipo se logra tener un mayor alcance en todas aquellas acciones que tengan que ver con mejorar la calidad de vida de las familias coahuilenses; y esta nueva iluminación es un atractivo más que podrán disfrutar, en completa paz y tranquilidad, las y los coahuilenses y los visitantes”, señaló Jiménez.
La intervención incluyó la instalación de 135 proyectores LED de última generación, que permiten apreciar con mayor detalle la majestuosidad del templo, al tiempo que reducen en un 55% el consumo energético y su huella de carbono.

Por su parte, Katya Somohano, CEO de Iberdrola México, subrayó que Saltillo es la segunda ciudad del país en integrarse a México Brilla, iniciativa alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
“Cuando el sector público y el privado caminan juntos, los proyectos brillan con más fuerza. Este proyecto demuestra que innovación, sostenibilidad y respeto por el patrimonio pueden ir de la mano para transformar espacios y vidas”, expresó.
El alcalde de Saltillo, Javier Díaz González, destacó que la nueva iluminación de la Catedral embellece aún más el centro histórico y se suma a los trabajos municipales de mejora de imagen urbana y seguridad en el primer cuadro de la ciudad.
Construida entre 1745 y 1897, la Catedral de Santiago Apóstol es considerada un ícono de la arquitectura religiosa en el norte del país, con su fachada barroca y churrigueresca, así como su torre neoclásica de 81 metros, la más alta de la región.
El encendido oficial incluyó la bendición del obispo Hilario González García, música de orquesta y el repique solemne de campanas, en un acto simbólico que marcó el inicio de una nueva etapa para este monumento histórico, ahora iluminado con tecnología que une tradición, modernidad y sostenibilidad.