En un país donde el celular es casi una extensión del cuerpo, los fraudes cibernéticos se han convertido en una epidemia silenciosa. Según un informe de The Competitive Intelligence Unit, más de 13 millones de mexicanos han sido víctimas de phishing en los últimos siete años, una técnica que simula mensajes de bancos, paqueterías o servicios digitales para robar información confidencial.
Las cifras son alarmantes: solo en 2024 se registraron más de seis millones de fraudes, con pérdidas que superan los 20 mil millones de pesos. El 61.5% de los afectados perdió contraseñas, el 38.5% información privada, y el 15.4% acceso a sus cuentas bancarias.
El modus operandi
Todo comienza con un mensaje que parece legítimo: “Tu factura está disponible”, “Corrige tu dirección de entrega”, “Canjea tus puntos antes de que expiren”. El enlace lleva a una página que imita a la original, con logos, colores y hasta servicios funcionales. Pero al ingresar tus datos, ya estás atrapado.
La brecha digital
Uno de cada tres internautas en México admite no sentirse capaz de detectar un intento de fraude. Y aunque el 45.6% evita hacer clic en enlaces sospechosos, menos del 20% cuenta con software de protección. La educación digital no avanza al ritmo de la delincuencia.
¿Y el Estado?
México aún no cuenta con una legislación específica contra el phishing. Expertos advierten que urge tipificar este delito, establecer mecanismos de prevención y reforzar la colaboración entre instituciones y expertos en ciberseguridad.