El 1° de diciembre del 2029 se cumplirán 100 años de Coahuila gobernado por el PRI, o lo que en su momento llevó a Nazario Ortiz Garza a ser gobernador, el (PNR) Partido Nacional Revolucionario; que tiempo después cambiaría su nombre a Partido de la Revolución Mexicana para llegar a lo que hoy conocemos como Partido Revolucionario Institucional.
Este partido no ha perdido ni una sola elección a la gubernatura desde 1929, lo que nos habla del trabajo político de este partido, que durante generaciones se ha visto en Coahuila.
Hoy en día, Coahuila es el único estado del país gobernado por un priista, Manolo Jiménez Salinas, un político joven que ha tenido una amplia carrera hasta ser el gobernador número 177 del Estado libre y soberano de Coahuila de Zaragoza.
El llamado bastión del PRI actualmente gobierna 30 de los 38 municipio en la entidad, resultado del trabajo social y político que se ha realizado en el estado.
Los próximos tres años tendremos procesos electorales en Coahuila; en 2025 por primera vez elegiremos con voto popular en todo el país a magistrados y jueces, para renovar el Poder Judicial; en 2026 elegiremos diputados locales para renovar el Poder Legislativo; en 2027 volveremos a elegir presidentes municipales.
Estas elecciones intermedias marcaran el futuro político de la entidad, que se basará en la labor político y social que se realice, para así trazar la pauta que permita ver si el mismo partido que hoy gobierna Coahuila continuaré en el poder, siendo oposición al partido político que gobierna el país: Morena.
Es una tarea complicada la que tiene el PRI en Coahuila, pues a pesar de tener casi un siglo gobernando Coahuila tendrá que ser muy cuidadoso y quirúrgico en el actuar político, pero, sobre todo, en la atención a las y los coahuilenses. Pues son estos quienes definirán a quién gobernará en 2030 el único estado aún gobernado por el PRI en México.
Está comprobado que la operación política es la base para ganar procesos electorales, sin embargo, cada día, en cada elección, la gente, el pueblo, toma más participación en estos procesos, por lo tanto, ya no se ganan elecciones sólo con el llamado voto duro que está conformado por militantes, simpatizantes y afines al partido en cuestión. El confrontamiento político en Coahuila es más que evidente.