Samuel y Ebrard, ¿militancia o competencia?

Dante Delgado sitúa a ambos políticos en el mismo nivel, uno como “opción interna” y otro como “opción externa”.

Movimiento Ciudadano es ahora el partido de la gran incógnita. Cuando los demás partidos se adelantaron a los tiempos legales para definir a sus candidatos, Movimiento Ciudadano lo hará en los próximos días y hay dos nombres en juego. Samuel García, el gobernador de Nuevo León, se encuentra en una disputa con el Congreso estatal en busca del permiso que le permitiría contender en las elecciones presidenciales, mientras que su líder, Dante Delgado, no deja de hacer guiños a Marcelo Ebrard, el excanciller derrotado en la interna de Morena. Para Delgado, uno es la opción “interna” y el otro la opción “externa”, al mismo nivel. “El futuro es naranja”, se anima el líder de la formación, pero Ebrard aún no se ha unido al partido.

El equipo de Ebrard ha comunicado que él no tomará ninguna decisión relevante hasta conocer el veredicto de la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, a la cual ha reclamado el resultado de la encuesta interna que dio como ganadora a Claudia Sheinbaum. “Hemos pedido a Morena saber si habrá consecuencias por las faltas a los estatutos, a la ley y al acuerdo firmado en junio”, dice el informe. “La respuesta a este comunicado determinará nuestro destino y las acciones a seguir”.

Delgado y Ebrard

No es la primera vez que Delgado menciona a Ebrard como un buen candidato para Movimiento Ciudadano. De hecho, casi podría decirse que no deja de hablar de él desde hace meses, cuando Ebrard ya estaba involucrado en el proceso interno de Morena, para el cual tenía severas críticas que finalmente se han concretado en una especie de ruptura no oficializada. Desde el día en que Ebrard se retiró después de perder la encuesta, las apuestas lo situaban al lado de Movimiento Ciudadano.

Es un destino cómodo, ya que otras opciones para presentarse a la presidencia ya no tienen tiempo. Para unirse al partido naranja, sin embargo, el reloj parece estar sincronizado. El 3 de noviembre, aunque todavía es una fecha tentativa, dos procesos coincidirían: la presentación oficial de los candidatos de Movimiento Ciudadano y la resolución del reclamo presentado por Ebrard en Morena. A pesar de no haberse reunido, como asegura Delgado, las coincidencias son asombrosas.

No se puede reprochar a Movimiento Ciudadano por las fechas, ya que se están ajustando a los tiempos electorales legales. Un partido joven como este quizás no esté preparado para una carrera de largo plazo, como la que está desgastando a la oposición, y un sprint más cercano a las elecciones podría beneficiarlo.

El conflicto interno en Morena

Caben pocas dudas de que el conflicto interno en Morena no se resolverá de la manera que Ebrard desea, lo que le dará una oportunidad para unirse a Movimiento Ciudadano. En caso de empate entre los candidatos, Delgado tendrá la última palabra. Para Ebrard, los tiempos son más urgentes debido a su edad. Las encuestas políticas indican que la próxima presidenta será Claudia Sheinbaum, del partido Morena, lo que significa que el resto tendría que esperar otro sexenio. Aunque esto no es grave para nadie, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, se beneficia de esta coyuntura ya que está en la treintena y no tiene prisa por perder. A pesar de haberse postulado y retirado en los últimos meses, ha decidido intentarlo. Quizás esto sea solo una estrategia mediática para darse a conocer entre la ciudadanía mexicana más allá de su estado.

García ha solicitado licencia en el Congreso de Nuevo León para abandonar su puesto como gobernador, en el que apenas lleva dos años, y presentarse como candidato a la presidencia en 2024. Sin embargo, el PRI y el PAN tienen mayoría en la Cámara y es probable que rechacen su petición, si cumplen la palabra que dieron los dirigentes nacionales hace unas semanas. En este escenario, García se perdería como la opción “interna” y Ebrard, como la opción “externa”, podría competir con candidatos menos relevantes del partido naranja.

No está claro si el excanciller Ebrard y Delgado comparten la misma impresión sobre López Obrador. Delgado ha manifestado una intensa animadversión hacia el presidente de la República, a pesar de haber sido compañeros de partido en el pasado. Incluso llegó a decir que muchos en el entorno de López Obrador coincidían con él en el deseo de derrotarlo, incluyendo a Ebrard. Sea cual sea el candidato de Movimiento Ciudadano, estará lejos de derrotar a alguien en las elecciones presidenciales de 2024, pero podría obtener un buen número de votos para conformar las Cámaras. Esa será la gran batalla que se librará en junio. ¿Las menciones elogiosas de López Obrador hacia Samuel García pretenden equilibrar las preferencias que Delgado muestra por Ebrard? Son todas preguntas.

La oposición perderá votos si Movimiento Ciudadano se presenta por separado en las elecciones presidenciales, sin importar quién sea el candidato principal. Sin embargo, a Morena quizás le convenga más un nombre que otro. Cuando Ebrard perdió la candidatura presidencial de Morena a favor de Sheinbaum, el partido le pidió que no abandonara el barco, que contaban con él. Pero Ebrard convirtió esa derrota en una batalla, quizás como una excusa para confirmar los rumores sobre su futuro político que circulaban desde hace meses: que eventualmente se iría y probablemente se uniría a Movimiento Ciudadano. La incógnita está cerca de ser resuelta.

Opinión de Nación Norteña.