El auge inmobiliario que durante años caracterizó a Saltillo, impulsado por el crecimiento industrial y el nearshoring, muestra signos de desaceleración, según expertos y reportes recientes. Factores como el encarecimiento de la tierra, la sobreoferta de locales comerciales y la falta de vivienda asequible han generado un estancamiento en el mercado, obligando a replantear los modelos de desarrollo habitacional en la capital de Coahuila.
El alto costo de los terrenos ha llevado a desarrolladores a priorizar proyectos de vivienda de nivel medio y residencial, dejando desatendida la demanda de casas populares.
“La vivienda económica prácticamente no existe en Saltillo, y los precios de la tierra hacen inviable su construcción”, señaló José Antonio Rodríguez, presidente de la Cámara de Propiedad Inmobiliaria (Capi), en 2023. Esta tendencia persiste, con precios promedio de vivienda que oscilan entre 4 y 4.5 millones de pesos para terrenos de 200 m², inaccesibles para muchas familias.
En el sector comercial, la sobreconstrucción de plazas ha saturado el mercado, especialmente en el norte de la ciudad.
Desde 2019, El Heraldo de Saltillo reportaba decenas de locales vacíos en complejos como Plaza Cocoa y Santa Rosa, un problema que se mantiene. Eunice Sánchez, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Saltillo, confirmó en diciembre de 2024 que muchas plazas comerciales operan al 70% de su capacidad, lo que ha forzado a los propietarios a reducir rentas para atraer inquilinos.
Por otro lado, el sector industrial, aunque más estable, también enfrenta retos. Según un reporte de CBRE México, la tasa de vacancia en naves industriales se mantiene baja (1%), pero la demanda de espacios más pequeños (1,000 a 2,000 m²) supera la oferta, que se concentra en naves de mayor tamaño. Esto, sumado a un incremento del 17.4% en los precios de renta (6.54 dólares por m² al mes), podría desincentivar nuevas inversiones si no se ajusta la oferta.
El alto costo de la tierra también ha llevado a explorar nuevos esquemas de vivienda. El Diario de Coahuila destacó que desarrolladores están diseñando proyectos más compactos y verticales para familias de bajos ingresos, aunque estos aún son insuficientes para cubrir la demanda. Además, la plusvalía inmobiliaria en Coahuila, que creció un 8% en 2024, podría desacelerarse si los precios continúan alejando a compradores y arrendatarios.
Expertos advierten que, sin una estrategia que equilibre oferta y accesibilidad, Saltillo podría enfrentar una burbuja inmobiliaria.
“Hay mucha oferta, pero no todos pueden pagar esos presupuestos”, alertó Eunice Sánchez, subrayando la necesidad de políticas que fomenten la vivienda asequible y regulen la construcción comercial. Mientras tanto, el mercado inmobiliario de Saltillo, antes un motor de crecimiento, busca un nuevo rumbo para recuperar su dinamismo.