En la esquina de Juárez y Matamoros, en pleno centro histórico de Saltillo, se ubica un estanquillo desde hace 50 años. Las Tortas Popeye, un negocio familiar lleno de esfuerzo y tenacidad y amor por lo que se hace.
La tradición inició con don Jesús Guerrero y Socorro Martínez, quienes llegaron a Saltillo, desde San Pedro de las Colonias. Actualmente son los nietos de la pareja quienes atienden el negocio, con la misa sencillez y amabilidad distintiva de sus abuelos.
El secreto de Tortas Popeye, es que están hechas con amor y son, orgullo de nuestra gente.
No dejes de visitarlos en sus diferentes sucursales.